Una nueva prótesis biónica controlada por el cerebro está transformando la vida de los amputados, permitiéndoles caminar más rápido y con mayor estabilidad en terrenos irregulares. Desarrollada por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), esta prótesis innovadora utiliza señales de los músculos residuales de la pierna para operar un tobillo eléctrico, proporcionando movimientos naturales del pie.
El estudio, publicado en la revista Nature Medicine, involucró a 14 participantes con amputaciones por debajo de la rodilla, de los cuales siete recibieron la prótesis biónica después de una cirugía especial que preserva conexiones musculares cruciales. Esta técnica quirúrgica, conocida como interfaz mio-neural agonista-antagonista (AMI), permite un control más intuitivo de la prótesis, reduciendo el dolor y la atrofia muscular.
Los resultados fueron impresionantes: los usuarios de la prótesis biónica caminaron un 41% más rápido que aquellos con prótesis convencionales. Además, demostraron mayor facilidad para subir escaleras y superar obstáculos, gracias a la integración de las señales nerviosas con el sistema robótico de la prótesis.
El profesor Hugh Herr, líder del estudio y él mismo un amputado doble, destacó la importancia emocional de esta tecnología, que permite a los usuarios sentir la prótesis como una extensión natural del cuerpo. Según Herr, la prótesis biónica ofrece una experiencia de movimiento más natural, sin la necesidad de pensamiento consciente, lo que representa un avance significativo en relación con las prótesis tradicionales.
El equipo del MIT espera que esta tecnología esté disponible comercialmente dentro de cinco años, con el objetivo de revolucionar el cuidado clínico para amputados en todo el mundo. La prótesis biónica no solo mejora la movilidad, sino que también ofrece una nueva esperanza para los amputados que desean recuperar una sensación de normalidad en sus vidas diarias.